Las cualidades saludables y curativas de la consciencia.

“Como las dificultades están en nosotros mismos, también lo están las soluciones”

B.K.S. Iyengar, Luz sobre la vida.

 

Patanjali sabia y compasivamente nos ofrece una serie de ayudas o cualidades que sanan nuestra consciencia afligida, cultivan nuestra mente y suavizan el camino yóguico. Parecen simples, pero en realidad son sutiles y profundas. Estas son:

Maitri

Es el cultivo de la cordialidad hacia quienes son felices. Siempre que nos sentimos celosos de la felicidad y fortuna ajenas, perdemos energía, nos encoge. Alegrarse del bienestar de los demás es compartir las riquezas del mundo. Cuando te resientes de la felicidad ajena, pierdes incluso la poca que tú puedas tener.

Karuna

Es el cultivo de la compasión hacia quienes lo pasan mal. Es más que mera simpatía, es un estímulo que debe de derivar en una acción. La verdadera compasión es potente, pues implica la pregunta: ¿Qué puedo hacer para ayudar? La compasión es el reconocimiento de la semejanza, del parentesco con los demás.



Mudita

Es el cultivo de la alegría hacia quienes son virtuosos. La virtud de los demás no es un reproche a nuestra propia incapacidad, sino un ejemplo edificante. No solo los grandes, como Gandhi, cumplen con ese papel. Si te fijas como habla de su victoria un deportista, con modestia y gratitud, y con generosidad hacia sus adversarios, ¿no es su comportamiento virtuoso una alegría también para ti?



Upeksa

Es el cultivo de la indiferencia o neutralidad hacia los que están llenos de vicios. BKS Iyengar dice:” Cuando te muestras puritano hacia los defectos que percibes en los demás, cuando condenas y desdeñas a las víctimas del vicio y utilizas su desgracia para sentirte superior, estás jugando con algo muy peligroso. Tu actitud debería de ser: ‘Si no fuese por la gracia deDios, yo también estaría ahí’. De no ser así, estarás creando las condiciones para caer de tu estado. Además, resulta agotador perder el tiempo criticando a los demás.” El yogui comprende las faltas de los demás viéndolas y estudiándolas primero en sí mismo. Este autoestudio le enseña a ser caritativo con todos.

 

Además de estas cualidades, Guruji se refiere al Pranayama como una gran ayuda para aquietar y tranquilizar nuestra mente y emociones. “La espiración vacía el cerebro, aportándole una humildad tranquila. Cuando vacías el cerebro también estás vaciando las toxinas de la memoria. Con la espiración y la retención sueltas el resentimiento, la cólera, la envidia y el rencor. La espiración es un acto sagrado de entrega, de abandono del sí-mismo. Sí, claro, regresan, pero el recuerdo de la experiencia de paz actúa como una prueba de que esos obstáculos no son insuperables; pueden desprenderse y eliminarse.”


Información sacada de:

BKS Iyengar Luz sobre la vida, Editorial Kairós, pp. 135-140.